¿Y LA REVOLUCIÓN?
Les agradecemos a tod@s los que han apoyado y difundido este pequeño medio y les informamos que este es el último número ya que se transformará en algo mas grande, eso es lo mejor de nuestra condición pequeña que siempre tendemos a crecer.
Gracias y en unos días mas verán el resultado de nuestra metamorfosis.
¿Y LA REVOLUCIÓN?
En 1910 estalló una revuelta contra el entonces dictador Porfirio Díaz que con 30 años en el poder había generado una clase parasitaria en todos los rincones del país que tenían al pueblo prácticamente esclavizado y oprimido tanto en las escasas fábricas como en las minas y principalmente en el campo.
Ya 100 años antes el pueblo se había revelado, prácticamente por las mismas condiciones, contra los españoles que habían saqueado el país por 300 años y que estuvieron a punto de exterminar a todas las civilizaciones originarias.
En ambos casos quienes fueron los dirigentes de dichas gestas dieron origen a nuevas clases gobernantes que con el tiempo se corrompieron y que terminaron reproduciendo las mismas prácticas que sus antecesores.
Los criollos que triunfaron en la guerra de independencia se enfrentaron en una guerra encarnizada por el poder dividiéndose en 2 bandos hasta exterminar uno al otro algo parecido sucedió en la mal llamada revolución de 1910 donde Zapata y Villa fueron asesinados por los carrancistas y obregonistas quienes fueron los fundadores de lo que hoy es el partido en el poder, PRI, aunque quien lo fundara fuera Plutarco Elías Calles lo hizo sobre esos ideales.
Más de 200 años después de la independencia de la corona española y 100 del derrocamiento del porfiriato parece que la historia de México fuera cíclica y que de volver a vivir un movimiento “revolucionario” nos llevaría a lo mismo, a solo una guerra entre hermanos para darle el poder a otros represores .
¿Será qué las revoluciones no sirven? Hoy día vivimos en un mundo donde no existe un solo país donde se viva en condiciones de libertad, igualdad, con justicia y paz.
Es falsa la imagen que los gobiernos en los países llamados “desarrollados” o ricos dan al exterior ya que si vemos sus realidades son de desigualdad y explotación porque para que haya ricos tiene que haber pobres y si no están dentro de sus países están fuera en sus colonias algo así como externalizar la pobreza.
Hoy en México estamos en medio de un tsunami o un huracán político y nos preguntamos los mexicanos y también las mexicanas ¿Cómo salir de esta crisis? Y es que ya no es solo una crisis económica, porque l@s mexican@s ya nos acostumbramos a la pobreza, sino a la crisis humanitaria que a esa todavía no estamos acostumbrados afortunadamente, por lo menos no todos.
Los grandes movimientos de la última década en México fueron por razones muy diferentes a las económicas, las grandes crisis económicas no han sacado a la gente a las calles han sido por la vida y contra la muerte; ya sea en Oaxaca en el 2006, el movimiento por la paz con justicia y dignidad que encabezara Javier Sicilia y ahora por los desaparecidos y asesinados en Iguala Guerrero.
Y en cada uno de estos movimientos, me refiero a estos por su convocatoria, su trascendencia de lo local hasta lo internacional y su duración de varios meses, los activista y las organizaciones han tratado de intervenir no para apoyar al movimiento en sus demandas originales sino para tratar de llevarlo a encabezar un movimiento con otros fines y no fines mezquinos sino fines ajenos mejor dicho, pero muy alejados de sus realidades y posibilidades.
Hoy en medio del dolor de más de 43 familias queremos que olviden su dolor de padres, madres, hermanos y hermanas para que nos lleven a desencadenar un proceso revolucionario cuando la lógica seria que nosotros, los de afuera, detonemos un movimiento revolucionario por sus hijos asesinados y desaparecidos.
Pero un momento, el fantasma de las revoluciones pasadas en México ronda como buitre carroñero dentro del movimiento y tenemos que reflexionar quienes serían los Carranzas, Obregones y Calles o quienes serían los nuevos priistas que estén sedientos de poder para después revertirlo en contra nuestra como siempre se ha hecho.
¿O quién nos asegura que esto no sucederá? En Oaxaca en el 2006 hubo un grupo de organizaciones que en distintos momento abandonaron el barco para después sumarse a tomar el poder vía los partidos corruptos para poder vender, privatizar, rentar lo que los anteriores no pudieron.
A Javier Sicilia Peña Nieto le aprobó un grueso presupuesto para sus víctimas y una promesa de bajar los índices sangrientos haciendo como que la estrategia contra el narco sería otra y el movimiento se desintegró no porque todos recibieran dinero sino porque muchos no quisieron ponerle precio a sus muertos y desaparecidos.
Una revolución desde arriba, dentro del mismo sistema solo para cambiar de inquilinos en los palacios del poder sin tocar lo esencial, nuestra forma de ver la vida y de vivirla.
Siempre nos enfocamos en lo político o en lo ideológico como si la política y la ideología nos dieran de comer como si de la política y de la ideología pudiéramos comer y vivir.
Nos complicamos la vida cuando la vida no debería ser tan complicada, hoy vivir parece algo complejo y realmente pocos viven, la mayoría pasa la mayor parte del tiempo en sus trabajos, escuela, o como en las grades ciudades dentro del un vehículo ya sea particular o colectivo y cuando están en casa una cajita idiotizadora les absorbe y quita toda la atención o como dice Quetzalli, te come el cerebro.
No soy de los que dicen que las revoluciones ya no existen o de las que los aborrecen y hasta se ofenden al escuchar esta palabra, tampoco soy de los pacifistas dogmaticos que hasta gritar una mentada de madre a un político sin madre creen que es violencia.
Soy un ciudadano arto y hasta la madre de este sistema, de esta clase política, estoy hasta la madre de estos medios masivos de comunicación mentirosos y no solo los comerciales por que las prácticas nefastas de los medios como Televisa y TV Azteca también se reproducen en muchos que se dicen independientes y comunitarios.
A lo que quiero llegar es que si nos juntamos con todos los que andan por la calle gritando y marchando tal vez pudiéramos armar una revolución o por lo menos una revuelta ¿Qué haríamos si tomáramos el poder? Ya me imagino a los oportunistas del 2006 de Oaxaca teniendo poder o los de los partidos de “izquierda” o los fundamentalistas ya sean trotskistas, maoístas, anarquistas o cualquiera de los istas que abundan allá en limbo de la política.
No creo que el resultado sea mejor de lo que ya vivimos hoy pero algo tenemos que hacer y es urgente eso sí y es imprescindible empezar a hacerlo, está de por medio la vida no solo de nuestra patria sino la propia existencia del ser humano y no exagero ya que el hecho de que exista gente que sea capaz de matar, quemar, descuartizar, mutilar, desintegrar a un ser humano nos habla de que algo ya está muy descompuesto dentro el ser.
Cuando hay médicos que dejan morir a un enfermo porque no tiene para pagar, cuando hay curas que violan niños y niñas o empresarios que venden niñas o hasta bebes a degenerados que pagan fortunas por ellos y si hablamos de que dentro de esos desgraciados hay sacerdotes y políticos entonces ya es tiempo de hacer algo.
Tenemos que hacer algo ya, pero algo que realmente cambie esta situación y no algo que les dé la oportunidad a otros de hacer lo mismo, algo que sea por todos y todas para todos y todas que salga desde abajo y de lo profundo aunque sea mucho trabajo así tiene que ser.
No pidan recetas ni fórmulas hay que trabajar para que entre tod@s salgamos del hoyo en que estamos y antes que nos acostumbremos a la mierda porque de seres humanos podemos pasar a ser unos viles gusanos de drenaje.
Y nos siguen faltando los 43 de Ayotzinapa.
kanto libre 